Los términos tubería y tubo a menudo se usan indistintamente, pero existen diferencias en su construcción, cómo se dimensionan y dónde se usan. Debido a que la tubería se usa principalmente para el transporte de gas o fluidos, el diámetro interno es más crítico. La tubería se dimensiona según el diámetro interno (ID) y el grosor de la pared. Independientemente del tamaño, la tubería siempre es redonda.
El tubo, por otro lado, presenta diferentes formas, por ejemplo, cuadrada, rectangular y redonda, y se puede moldear o extruir con relativa facilidad. Debido a esto, el tamaño del tubo se basa en el diámetro exterior (OD), así como en el espesor de la pared. El tubo se utiliza en aplicaciones decorativas y estructurales, como barandales, parachoques o pasamanos.
Al igual que con cualquier aplicación de corte y rectificado, trabajar con tubos trae consigo un conjunto de desafíos, por lo que es esencial implementar algunas prácticas recomendadas para obtener el mejor rendimiento. El grosor de la pared, el perfil y el material son factores importantes para tener en cuenta al seleccionar el abrasivo adecuado para el trabajo.
El tubo generalmente se obtiene y fabrica con diámetros más pequeños, lo que hace que el corte con discos abrasivos sea más eficiente y rentable que hacerlo en tubería. Los abrasivos también se usan comúnmente para una variedad de aplicaciones de desbaste y acabado.
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